El estadio Metropolitano con buena cantidad de público, Junior enfrentaba al Deportivo Cali, pero estaba en el terreno un hijo de Barranquilla, Teófilo Gutiérrez. Nunca fue mirado como rival, todo estaba preparado para elogiar al nacido en el barrio La Chinita y desde la tribuna reconocer su calidad.
Minuto 29 y la afición de Junior corea su nombre, lo aplaude y el crack, hoy capitán del Deportivo Cali, les devuelve el gesto a los aficionados, tocándose el corazón y saludando los cuatro frentes del estadio Roberto Meléndez.
No lo ven como un rival, a Teo lo adora la afición tiburona. Antes del encuentro que terminó igualado a dos tantos, la mayoría de los hinchas expresaron que, “si el Junior no pasa a la final, que lo haga el Cali. Por Teo”.
La muestra de reconocimiento y cariño al futbolista para algunos fue tomada como un mensaje que la afición le manda a la familia Char, dueña del club rojiblanco, a quien le solicitan el regreso del ídolo del club.
En lo futbolístico, Teo no se quedó atrás, fue el de mayor movilidad para el Cali y puso los dos pases que terminaron en gol para su equipo.
En los tantos azucareros, Teo solo se arrodillo agradecer a Dios las conquistas del partido.
Terminó el partido y Teo salió en aplausos, cómodo y lleno de felicidad porque como profesional jugó para ganar, aunque al frente tuviese al equipo de sus amores.
