Bernie Madoff, conoció ese refrán de que la ambición rompe el saco. Madoff, de 82 años y el cerebro del mayor fraude financiero que se haya tenido cuenta en los últimos tiempos, murió hoy miércoles en una prisión federal de Carolina del Norte (Estados Unidos), donde cumplía una sentencia que jamás llegaría a pagar: 150 años tras las rejas.
Madoff, cabe recordar, se declaró culpable de orquestar la estafa piramidal más grande de la historia. En ella cayeron figuras famosas como el director de cine Steven Spielberg, el actor Kevin Bacon y el lanzador del Salón de la Fama, Sandy Koufax.
El año pasado, los abogados de Madoff presentaron documentos judiciales para intentar que saliera de prisión en la pandemia de Covid-19, diciendo que había sufrido de enfermedad renal en etapa terminal y otras afecciones médicas crónicas. La solicitud fue denegada.
Madoff admitió haber estafado a miles de clientes por miles de millones de dólares en inversiones durante décadas.
Un fideicomisario designado por el tribunal ha recuperado más de 13 mil millones de dólares de un estimado de 17,5 mil millones que los inversores pusieron en el negocio de Madoff. En el momento del arresto de Madoff, los extractos de cuentas falsos les decían a los clientes que tenían participaciones por valor de 60.000 millones de dólares.
Durante décadas, Madoff disfrutó de la imagen de un gurú financiero en los mercados financieron de Wall Street. Fungió como presidente del mercado de valores Nasdaq y al dejar el puesto atrajo a una legión devota de clientes de inversión, desde jubilados hasta millonarios.
Ni todo el dinero que acumuló a lo largo de sus años pudo detener que la justicia lo enviara a prisión. Madoff y su negocio que deslumbraba a todos por su toque de rey Midas, fue expuesto en 2008 como un esquema Ponzi o piramidal.
Un esquema Ponzi es una operación fraudulenta de inversión que implica el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores. Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por ellos mismos o por otros nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener, en algunos casos, grandes beneficios. El sistema funciona solamente si crece la cantidad de nuevas víctimas.
Su espejismo se vino al suelo y con ello arrastró al vacío a miles de personas que pusieron su fe y su dinero en un ‘barril sin fondo, Se volvió tan odiado que tuvo que usar un chaleco antibalas en la corte.
Madoff se declaró culpable en marzo de 2009 de fraude de valores y otros cargos, diciendo que estaba “profundamente arrepentido y avergonzado”.
