Aduciendo imposibilidad de pagar a sus acreedores y mantener en el aire a su flota por los efectos de la pandemia del coronavirus, la aerolínea LATAM se acogió a la Ley de quiebras de Estados Unidos.
La Ley de quiebras de Estados Unidos permite a una compañía reestructurarse bajo su protección; es decir, pueden seguir operando mientras reorganizan el negocio.
La bancarrota de LATAM incluye a sus filiales de Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Estados Unidos. Su operación en Brasil, Paraguay y Argentina no son parte de este pedido en Nueva York.
“Dado el impacto que la crisis generada por la COVID-19 ha tenido en la industria de la aviación, LATAM se ha visto obligada a tomar una serie de decisiones extremadamente difíciles en los últimos meses”, dijo el CEO de la compañía, Roberto Alvo.
Según la agencia Bloomberg, la aerolínea chilena transporta a más de 70 millones de pasajeros al año, a bordo de 300 aeronaves.
También lleva una deuda superior a los 7,000 millones de dólares. Antes de la pandemia, LATAM volaba a 145 destinos en 26 países y efectuaba alrededor de 1.400 vuelos diarios.
El mes pasado, la compañía chileno-brasileña dijo que había reducido sus operaciones en un 95% debido a la crisis sanitaria global.
El grupo ha asegurado el apoyo financiero de sus accionistas, incluidos las familias Cueto y Amaro, y Qatar Airways.
Con ellos ha firmado un préstamo por quiebra de 900 millones de dólares, bajo una estructura de deudor en posesión.
En medio del impacto de la crisis en sus operaciones, LATAM ya ido anunciando despido de trabajadores, 450 el viernes pasado que se suman a otros 1400 que había ido anunciando previamente.
Ya en mayo, su competidora cercana, la colombiana Avianca también se declaró en quiebra, ante la caída en sus vuelos y su creciente deuda.
